Hace poco hablaba con un amigo sobre los urinarios de Lisboa y que cómicamente ambos habíamos traído de recuerdo sendas fotografías del mismo lugar. Los urinarios en los baños públicos suelen ser considerados lugares terribles sobre todo por falta de higiene general de los baños y en especial de los mingitorios. Para romper con esta estigmática imagen es que el diseñador Eddie Gandelman ideó un sistema modular de 4 urinarios en cada módulo donde los usuarios pueden disfrutar de más espacio , privacidad e higiene. El sistema incluye la idea de mantener un jardín de plantas regadas con la orina de los mismos usuarios. Aprobado por un profesor de toxicología, el proyecto cuenta con tres procesos para la depuración de aguas residuales humanas. La orina recogida se filtra en tres etapas y luego se utiliza para regar las plantas. Orinar, además de ser un proceso de desecho natural, ahora se convierte en un cuidado ventajoso para el medio ambiente. Como en Lisboa, esta idea sin duda hará que la acción misma de orinar sea una mejor experiencia.
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