El Ferruccio diseñado por Mark Hostler también presenta innovaciones en el rendimiento y la conciencia ambiental. La marca característica de los superdeportivos Lamborghini siempre ha sido el uso de un gran v12, pero en el entorno actual orientado a la ecología, los fabricantes de automóviles están utilizando motores turbo más pequeños para cumplir con las regulaciones de emisiones sin comprometer el rendimiento. El Ferruccio combina estas dos ideas, el uso de tecnologías futuras en el diseño del motor y la fabricación. Un V12 bajo el capó, pero con una unidad relativamente pequeña de 5.0 litros, impulsado por dos turbocompresores. La principal diferencia, sin embargo, es que el motor sería camless, y activa las válvulas controladas por ordenador utilizando solenoides neumáticos. Esta combinación de tecnologías permite que el motor de Ferruccio se apegue a las filosofías de poder de Lamborghini, mientras que es ambiental y económicamente consciente.
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